Las autoridades del Aeropuerto Internacional de Cancún han estado persiguiendo activamente a los servicios de transporte turístico no autorizados, remolcando con éxito cerca de 30 vehículos desde el 3 de junio. Este esfuerzo forma parte de una operación en curso para combatir a los operadores ilegales.
Esta iniciativa conjunta, dirigida por la Guardia Nacional y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), pretende eliminar a los proveedores de transporte sin licencia. Estos operadores han sido vinculados con frecuencia al cobro excesivo de tarifas, un problema persistente para los turistas que llegan a Cancún.
Según los responsables del SICT, los equipos de inspección se centran en los vehículos estacionados en el aeropuerto y en los que dejan pasajeros. La operación tiene lugar todos los días de 8.00 a 20.00 horas, coincidiendo con las horas punta de llegada de turistas.
Las medidas enérgicas responden a las numerosas quejas de los viajeros por las exorbitantes tarifas de transporte. Entre los incidentes más notables figuran el cobro de 1.000 dólares estadounidenses a un turista canadiense sólo por viajar entre las terminales del aeropuerto, y la factura de 2.000 pesos (aproximadamente 100 dólares estadounidenses) a un residente en Ciudad de México por un trayecto del aeropuerto a la zona hotelera de Cancún.
Las autoridades han respondido a estos problemas estableciendo una opción de transporte oficial a través de los autobuses ADO. Estos autobuses ofrecen ahora servicio desde el aeropuerto hasta la zona hotelera central por sólo 140 pesos (unos 7 dólares estadounidenses).
Se espera que la operación de aplicación de la ley continúe como parte de esfuerzos más amplios para formalizar los servicios de transporte y proteger a los visitantes de los precios abusivos en uno de los destinos turísticos más populares de México.
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